El amor tiene etapas. No es siempre igual ¡y tampoco tendría porqué serlo!
¿Has pensado alguna vez en el amor como algo que transitas? Aunque no se trate de una pista de atletismo con postas que van alcanzándose, o una carretera con paradas establecidas, lo cierto es que en el amor existen etapas que pueden distinguirse entre sí sin dificultad, pues son muy distintas.
En este artículo, vamos a conocerlas.
Etapa 1: ENAMORAMIENTO.
Esta es una fase de locura compartida. “La luna de miel”. Aquí todo gira en relación a la otra persona. Tenemos fuertes y repentinas sensaciones en el estómago con sólo pensar en la persona de la cual estamos enamorados o enamoradas. Nuestro corazón se acelera si nos envía un mensaje o si escuchamos hablar de ella.

¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos enamoramos?
Si en esta primera etapa escaneáramos el cerebro de una persona, veríamos que la corteza frontal -que es el centro de las funciones ejecutivas, el juicio crítico, la planificación y la lógica- está inactiva. Durante este período del amor, todos esos procesos se anulan por completo.
Pero no solo hay en nuestro interior una interrupción del juicio crítico, una relajación de los criterios racionales con los que juzgamos a otras personas. Los neurocientíficos afirman que se produce una “borrachera cerebral”. Nuestro cerebro se encuentra “ebrio de amor” y esta química del amor nos lleva a distorsionar la imagen de la otra persona, idealizándola.
Recomendación si te encuentras en la etapa del enamoramiento:
No tomes ninguna decisión como mudarte con esa persona o casarte hasta que la borrachera cerebral, cese. (Se calcula que esto sucede pasados los primeros seis meses).
Etapa 2: CONOCIMIENTO
El final de la primera de las etapas del amor da paso al conocimiento más profundo e íntimo de la otra persona. Descubrimos las diferencias entre ambos, aparece todo aquello que no nos gusta de la otra persona, la desilusión necesaria… Y comienza la desidealización. Nacen la confianza, la seguridad y el cariño. Los amantes se convierten en amigos.
Según la neurobióloga Helen Fisher, esta etapa inicia aproximadamente a los 17 meses de relación, y es en esta fase donde se activa el circuito cerebral del apego.
Etapa 3: CONVIVENCIA
Aquí se dan 3 movimientos. El primero es que realmente conoces a la otra persona, El segundo movimiento es que eres conocido o conocida por esa persona. Y el tercer movimiento es que tú te conoces a ti mismo/a.
Es en la tercera de las etapas del amor donde se hacen visibles las costumbres, las rutinas, y donde también se ponen en juego las habilidades para adaptarse el uno al otro.
Llegadas a este punto, las parejas deciden compartir una vida. La actividad sexual suele descender debido a la rutina y las responsabilidades.
El objetivo aquí es construir un espacio común en el que ambos estén cómodos, con base en acuerdos y negociaciones.
Etapa 4: AUTOAFIRMACIÓN
Tras un tiempo de desear compartir todo, surgen saludable e inevitablemente las necesidades individuales. En la cuarta de las etapas del amor es NECESARIO recuperar algo de la individualidad.
Es el momento de plantearse hacer actividades por separado, y es el momento en el que pueden surgir conflictos debido a crisis personales no resueltas. Es como un reencuentro con uno mismo tras haber estado una temporada centrados en el otro y en la relación de pareja.
Quienes logran tolerar este encuentro de cada uno con sí mismo,podrán nutrir su relación desde la individualidad, trayendo valor al espacio común de la pareja.
Etapa 5: COLABORACIÓN
Las parejas que llegan a esta etapa protagonizan un reencuentro con la otra persona, que se produce desde otro lugar. Aquí se profundiza la relación, tornándose más madura y estable.

Aparecen nuevos proyectos en común, nuevos objetivos compartidos. Hay expectativas y entusiasmo acerca del futuro compartido que se proyecta.
Etapa 6: ADAPTACIÓN
La última de las etapas del amor cuenta con una base sólida y fuerte para construir desde allí. Esa estructura será la que permita sostener cualquier situación compleja que la vida le presente a la pareja que, en este punto, ha llegado a ser un equipo.
Es un momento de consolidación o ruptura.
Sin importar la etapa en la que tú y tu pareja se encuentren, lo importante es que DESEEN estar allí, que ambos/as se nutran y contribuyan al bienestar de la otra persona.
Las parejas que duran en el tiempo y atraviesan todas las etapas del amor, son aquellas que sienten que estar con la otra persona hace de su vida algo hermoso, y aprenden a resolver los conflictos y peleas cotidianas para ir evolucionando juntos con cada una de las etapas.