¿Te has comparado alguna vez con otras personas y has sentido que no estabas a la altura? La comparación con las demás personas es algo muy común, pero lo cierto es que esto puede afectar negativamente nuestra autoestima y nuestro bienestar.
Aunque es natural compararnos de vez en cuando, hacerlo de forma constante puede llevarnos a una espiral de negatividad y autocrítica excesiva.
Compararnos es inútil
Cada persona es única y tiene sus propias circunstancias y metas en la vida. No tiene sentido compararnos, ya que no podemos controlar lo que otras personas hagan o tengan. Además, la comparación suele basarse en información incompleta o distorsionada.
A veces, solo vemos lo que otras personas quieren que veamos, como en las redes sociales, donde solo mostramos nuestros logros y momentos felices. Esto nos lleva a tener una imagen distorsionada de la vida de la gente y a compararnos con una versión idealizada.
La comparación también puede llevarnos a sentir envidia o celos, produciendo que nos sintamos peor con quienes somos. En lugar de compararnos, deberíamos enfocarnos en nuestras propias metas y logros mientras celebramos los éxitos y acompañamos las derrotas de las demás personas a nuestro alrededor.
Comparaciones más habituales y cómo nos afectan
Algunas comparaciones comunes que hacemos incluyen comparar nuestra apariencia física, nuestras relaciones, nuestro trabajo y nuestra vida en general con la de otras personas. Estas comparaciones pueden afectarnos negativamente de varias maneras:
- Si comparamos nuestra apariencia física con la de otras personas, es fácil sentirnos insuficientes o perder seguridad. Sin embargo, la belleza es subjetiva y no hay una sola forma de ser atractivos/as.
- Si comparamos nuestras relaciones con las de los demás, es fácil sentir insatisfacción o frustración con lo que tenemos. Sin embargo, cada relación es única y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Además, a menudo solo mostramos lo mejor de nuestras relaciones en las redes sociales, por lo que no podemos saber cómo es la vida de pareja de otras personas en realidad.
- Si comparamos nuestro trabajo, no tenemos en cuenta que cada trabajo tiene sus propias ventajas y desventajas.
Estrategias para dejar atrás la comparación
Practicar la comparación como un hábito constante puede afectar negativamente nuestra autoestima y nuestro bienestar. Si quieres dejar de compararte con otras personas, aquí hay algunas estrategias que puedes seguir:
Acepta que eres una persona única y valiosa como eres
Todos tenemos nuestras propias fortalezas y debilidades y es importante aceptar y amarnos a nosotros mismos tal y como somos. Trabaja en tu autoestima y reconoce todas las cosas positivas de ti mismo.
Enfócate en tus propias metas y logros
Define tus propias metas y trabaja en ellas de manera constante. A medida que vayas alcanzando tus metas, sentirás amyor satisfacción y menos tentación por compararte.
Practica la gratitud y reconoce todo lo que tienes
A menudo comparamos lo que tenemos con lo que creemos que alguien más tiene, sin darnos cuenta de todas las cosas valiosas que tenemos en nuestra propia vida. Practicar la gratitud nos ayuda a reconocer todo lo que tenemos y a sentirnos bien con ello.
Recuerda que las redes sociales solo muestran una parte de la historia de alguien
Las redes sociales pueden ser una gran fuente de comparación, ya que solo mostramos lo mejor en ellas. Recuerda que lo que ves en las redes sociales no es la verdadera vida de alguien y no debes comparar tu vida con lo que ves en ellas.
En este artículo encontrarás
Siguiendo estas estrategias, podrás dejar de compararte y aceptarte a ti mismo/a. No es fácil cambiar nuestras comparaciones constantes, pero con práctica y determinación, es posible aprender a aceptarnos y enfocarnos en conseguir nuestras metas y logros.