La gordofobia es una forma de discriminación, lamentablemente, arraigada en nuestra sociedad. Esta afecta a las personas con cuerpos más grandes al estigmatizarlas y restringir sus oportunidades en diversos ámbitos, como el social, laboral y personal. Este prejuicio no solo se manifiesta en comentarios hirientes. Se lo encuentra también en las dinámicas cotidianas y las políticas públicas relacionadas con la salud.
Durante el verano, estas presiones sociales alcanzan su punto máximo, especialmente en espacios como playas y piscinas, donde la exposición corporal es inevitable.
La publicidad, las redes sociales y las conversaciones refuerzan constantemente la idea de que solo quienes cumplen con el "cuerpo ideal" tienen derecho a disfrutar plenamente. Deberíamos preguntarnos por qué normalizamos la idea de “llegar al verano” para referirnos a hacerlo con un cuerpo delgado.
¿Qué es la gordofobia y cómo afecta emocionalmente?
Retomemos las palabras de Raquel Lobatón, nutricionista y promotora del enfoque Salud en Todas las Tallas. Ella describe que el fenómeno de la gordofobia va más allá de los prejuicios individuales. Está profundamente arraigado en nuestras instituciones y normas sociales.
“La gordofobia no solo discrimina, sino que también perpetúa la idea de que los cuerpos más grandes son defectuosos, irresponsables o incluso enfermos, algo que no está respaldado por la ciencia”, explica Lobatón.
Además, este sistema tiene un impacto significativo en la salud mental. Estudios recientes demuestran que las personas que enfrentan discriminación por su peso tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión, trastornos alimentarios y niveles elevados de estrés. Lobatón destaca que “el estrés generado por la gordofobia tiene efectos metabólicos que aumentan el riesgo de enfermedades crónicas, lo que refuerza un ciclo dañino de discriminación y patologización”.
Gordofobia en verano: el impacto de la presión social sobre el cuerpo
El verano es un periodo especialmente crítico. Desde campañas publicitarias que promueven la “operación bikini” hasta comentarios en playas o piscinas. Las expectativas sociales respecto al cuerpo alcanzan su punto máximo.
La presión por usar cierto tipo de ropa, como trajes de baño ajustados o prendas ligeras, se convierte en una barrera emocional para muchas personas. Las redes sociales refuerzan esta narrativa con imágenes editadas y filtros que presentan cuerpos delgados y normativos como el estándar aspiracional.
“La publicidad y las redes sociales nos bombardean con mensajes que promueven un único tipo de cuerpo como válido, reforzando el ideal hegemónico”, señala Lobatón. Esto puede generar inseguridades profundas y limitar la capacidad de disfrutar plenamente de la temporada. Así, de no ser precavidos, las condiciones están dadas para el desarrollo de trastornos de la conducta alimentaria.
Un ejemplo común de esta presión social sobre el cuerpo son los comentarios aparentemente inofensivos que las personas reciben sobre su cuerpo. Frases como “¿seguro quieres usar eso?” o “este verano debes cuidarte más” refuerzan la idea de que el cuerpo debe ser modificado para cumplir con las expectativas sociales.
Cómo enfrentar la gordofobia y promover el amor propio
Aunque la gordofobia está profundamente arraigada, es posible desafiar sus narrativas y trabajar hacia una mayor aceptación corporal. Aquí te compartimos algunas estrategias.
Fomentar la aceptación corporal
Tu cuerpo te permite llevar adelante todo lo que te propones, es genial tal y como es. Acéptate. Reconoce que todos los cuerpos son diferentes y válidos. Lobatón enfatiza: “Los cuerpos por naturaleza vienen en formas y tamaños distintos, y eso es parte de la diversidad humana”.
Reflexiona sobre el origen de tus estándares de belleza. Identificar estas influencias externas puede ayudarte a desconectarte de ellas.
Desafiar los estándares sociales
Haz un ejercicio de visualización: ¿Seguirías deseando un cuerpo delgado si la gordura fuera lo aspiracional? Este enfoque te permite reconocer cómo los estándares sociales moldean nuestros deseos.
No existe un único tipo de belleza. Esta es un factor subjetivo y, a la vez, propio de la época en que nos encontramos.
Prácticas de autocuidado emocional
Incorpora técnicas como el mindfulness para conectar con tu cuerpo desde un lugar de respeto y amabilidad.
Practica afirmaciones positivas. Repite frases como: “Mi valor no depende de mi cuerpo” o “Merezco respeto tal como soy”. Rodéate de personas que fomenten entornos libres de discriminación y que valoren la diversidad corporal.
El autocuidado emocional es esencial para superar los estereotipos sociales arraigados.
Adopta un enfoque centrado en el bienestar, no en el peso
El enfoque Salud en Todas las Tallas propone mejorar la salud a través de hábitos sostenibles. Estos incluyen el movimiento placentero, el descanso adecuado y la alimentación intuitiva. Lobatón señala: “No podemos controlar nuestro peso, pero sí podemos trabajar en nuestra salud”.
Cómo apoyar a otras personas que enfrentan la gordofobia
Además de trabajar en tu propio proceso de aceptación, puedes ser un aliado para quienes enfrentan la gordofobia. Estas son algunas formas de apoyar.
- Evita comentarios sobre el cuerpo. Frases como “te ves mejor así delgado” o “subiste de peso ¿te has descuidado?” refuerzan la idea de que el valor de una persona está ligado a su apariencia física. Opta por comentarios que destaquen cualidades internas.
- Promueve conversaciones inclusivas. Habla sobre la importancia de respetar todos los cuerpos y desafía los prejuicios cuando los escuches en tu entorno. Esto ayuda a normalizar la diversidad corporal.
- Fomenta espacios libres de discriminación. En tu entorno laboral, social o familiar, impulsa políticas y prácticas que promuevan la inclusión y el respeto hacia la diversidad corporal.
Construyendo un verano libre de presiones
El verano debería ser una temporada para disfrutar, no para cumplir con expectativas sociales irreales. La gordofobia no solo afecta a quienes la enfrentan directamente. También limita a la sociedad entera, al perpetuar ideales restrictivos y dañinos.
Promover la aceptación corporal y el amor propio no solo transforma nuestra relación con el cuerpo, sino también con el entorno.Este verano, desafía la gordofobia, disfruta tu cuerpo tal como es y sé un agente de cambio hacia un mundo más inclusivo.
En este artículo encontrarás
La gordofobia limita oportunidades y afecta la salud mental, intensificándose en verano por ideales de belleza impuestos. Cuestionar estos estándares y promover la aceptación corporal es clave para un entorno más inclusivo.