¡Acepta nuestras cookies! Sí, entendemos que ver este anuncio en cada web que visitas puede ser agotador, pero es necesario. Puedes consultar nuestra Política de Privacidad para más detalles, y también decidir qué cookies aceptar.

16/8/2023

Amor Propio

Minutos de lectura:

2

¿Qué tiene valor para mi? Las bases para construir mi proyecto de vida

El proyecto de vida es un plan personal que podemos pensar y elaborar como una “guía” de nuestro desarrollo integral: aquello que nos permitirá caminar en la dirección correcta para alcanzar nuestras metas y/o aspiraciones a lo largo de nuestra vida.

Escrito por

Equipo Psi Mammoliti

No se trata de armar una agenda  o calendario con objetivos a cumplir con días y horarios, sino de identificar aquello que queremos en nuestra vida para luego poder llevar a cabo acciones que nos ayuden a aquello que aspiramos. 

Es importante entender que un proyecto de vida es flexible y fluye como un río.  Tiene la capacidad de adaptarse poco a poco a nuestros diferentes momentos vitales y situaciones particulares, ya que hay mucho de lo que deseamos o anhelamos que no depende directamente de nosotros y forma, sin embargo, parte del transcurso natural de nuestra vida. 

¿En qué consiste planificar nuestro proyecto de vida? 

Si existiera algún manual para planificar nuestro proyecto vital probablemente sería un Best Seller. ¿Qué quiero? ¿Cómo puedo conseguirlo? ¿Me siento capaz de lograrlo? 

Estas son algunas de las preguntas que surgen durante nuestros primeros años de adultez, cuando comienza la ardua tarea de tomar decisiones autónomas. 

Durante nuestra infancia, las figuras adultas a nuestro alrededor (nuestros padres, madres, cuidadores) toman la mayor parte de las decisiones sobre nuestra vida. A medida que crecemos y comenzamos a descubrir el mundo, ganamos libertad y autonomía para tomar decisiones por nosotros mismos. 

Suena romántico… ¿cierto? Pero la realidad es que para muchos puede resultar abrumador al comienzo. En la etapa temprana de nuestra adultez, aparecen interrogantes como: cuál es mi vocación, qué profesión debo seguir, qué es aquello que me apasiona…etc.

¿Cuál es el momento ideal

Durante la adolescencia o los primeros años de la adultez es cuando suelen aparecer aquellas preguntas que nos hacen reflexionar sobre el rumbo que queremos tomar en nuestra vida. Sin embargo, el proyecto vital es algo que nunca dejamos de construir. 

Acompaña cada etapa que transitamos, es motor y camino a la vez. Nos ayuda a encontrar sentido en cada acción que realizamos y a proyectarnos en escenarios futuros. 

Pasión, vocación y profesión 

Entender estos tres conceptos y sus diferencias puede sernos muy útil a la hora de lograr identificar nuestro proyecto vital. Veamos de qué tratan: 

  • Profesión: Implica un alto nivel de especialización, educación y responsabilidad, y  contribuye de manera significativa a la sociedad en una variedad de campos y disciplinas.
  • Vocación: Surge de la combinación entre aquello que disfrutas  con lo que es beneficioso para los otros. 
  • Pasión: Tiene que ver con aquella actividad que nos gusta, nos interesa y que hacemos bien. 

¿Es posible encontrar estas tres áreas en nuestro proyecto vital? 

La respuesta es sí, es posible. Pero no necesariamente las tres deben satisfacerse con la misma actividad. Hay quienes encuentran su pasión en viajar, su profesión en una determinada disciplina como la producción audiovisual y su vocación en el sentido de ayuda hacia los demás. 

Como también, puede que nos encontremos con cada una de ellas en diferentes momentos de nuestra vida, e incluso encontrar encontrar más de una (¿Quién dice que no podemos tener más de una pasión?) .

¿Qué lugar ocupan los valores en todo esto? 

Lo cierto es que nuestros valores son la base en la que vamos a construir nuestro proyecto vital. Imagina los cimientos de una casa, si estos son definidos y reforzados correctamente, el resto del trabajo será mucho más sencillo, y por sobre todo se tendrá la seguridad de que aquella casa es un lugar seguro. 

Lo mismo sucede con nuestros valores. Cuando nuestras metas y objetivos están alineados con ellos, nuestras acciones cobran sentido por sí mismas y aprendemos a disfrutar del camino sin pensar en el resultado final. 

Es por eso que es tan importante dedicar parte de nuestro tiempo para trabajar sobre nuestros valores y reflexionar acerca de su concordancia con nuestros objetivos. 

En este artículo encontrarás

Una pregunta muy poderosa que podemos hacernos cuando nos sentimos perdidos acerca de nuestro proyecto vital es: 

¿Es este objetivo coherente con mis valores? 

No se trata de encontrar respuestas inmediatas, sino de poder responderlas a lo largo del camino, con la confianza de que al final seguimos el camino del corazón. 

Artículos relacionados

Blog

Qué puede ofrecerte la Terapia Psicológica: Vence Miedos, Comprende el Proceso y Establece Objetivos

Blog

​​La resiliencia: nuestra aliada en tiempos de crisis

Blog

Guía de recomendaciones para desarrollar vínculos familiares sanos Segunda parte