La ansiedad es una señal que nuestro cuerpo nos envía para comunicar que algo no está en balance en nuestra vida. No puede eliminarse completamente, pero sí puede sanarse hasta volverse funcional y manejable.
¿Es sencillo transformar la ansiedad?
Intentar controlar la ansiedad evitándola o huyendo de ella suele empeorar la situación. Por el contrario, si le permitimos estar presente, escuchamos su mensaje y entendemos de qué nos quiere proteger, logramos reducir su intensidad.
Si este tema te interesa, puedes realizar nuestro test de ansiedad gratuito para comenzar a comprenderla mejor.
Hábitos que Aumentan la Ansiedad
Algunos hábitos cotidianos pueden, sin darnos cuenta, intensificar la ansiedad. Identificar y trabajar en estos patrones es clave para reducirla. Aquí te presentamos los más comunes:
- Creerle a tu mente todo lo que piensa
Nuestra mente produce pensamientos irracionales que no siempre reflejan la realidad. Estas “distorsiones cognitivas” generan sufrimiento innecesario. Aprende a cuestionar tus pensamientos y no aceptes todo como verdad. - Intentar parecer fuerte todo el tiempo
Ocultar tus emociones por miedo a parecer débil solo intensifica la ansiedad. Explorar tu vulnerabilidad puede ser liberador. Te recomendamos el libro “El Poder de Ser Vulnerable” de Brené Brown, disponible en nuestra Biblioteca Virtual. - Querer tener todo bajo control
La vida está llena de incertidumbre, y tratar de controlar cada detalle aumenta la ansiedad. Dedica un día a la semana al "no control". Permítete improvisar y fluir sin planificaciones estrictas. - Ser el sostén emocional de todos
Intentar resolver siempre los problemas de los demás genera presión innecesaria. Aprende a decir frases como “no sé”, “no puedo” o “no quiero” sin sentir culpa. - Evitar sentir incomodidad
La vida no siempre será cómoda, y evitar la incomodidad aumenta la ansiedad. Aprende a tolerar momentos difíciles para desarrollar resiliencia. - Intentar complacer a todos
Poner a los demás por encima de tus propias necesidades es insostenible. Reconoce tus deseos y necesidades y comunícalos de manera asertiva. - Creer en pensamientos catastróficos
Pensar en los peores escenarios no previene problemas; solo incrementa la ansiedad. Trabaja en enfocar tu atención en el presente y en pensamientos realistas. - Culpar a todo y a todos (incluyéndote a ti)
Responsabilizarte excesivamente o culpar a otros te quita poder. Identifica lo que está bajo tu control y actúa en consecuencia. - Descuidarte por cuidar a otros
El autocuidado no es egoísmo; es una necesidad. Prioriza tu bienestar y rompe con la culpa de poner tus necesidades en primer lugar.
¿Reconoces estos hábitos en ti?
Si alguno de estos patrones forma parte de tu vida, recuerda que es posible revertirlos. En Psi Mammoliti hemos ayudado a muchas personas a transformar su relación con la ansiedad.

En este artículo encontrarás
La ansiedad es una emoción normal que todos experimentamos de vez en cuando. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve demasiado intensa o frecuente, puede convertirse en un problema. Hay muchos hábitos que pueden aumentar la ansiedad, como intentar controlar todo, evitar sentir incomodidad, querer complacer a los demás y culpar a los demás. Si estás experimentando ansiedad, es importante identificar los hábitos que la están aumentando y tomar medidas para cambiarlos. Hay muchas cosas que puedes hacer para reducir la ansiedad, como practicar la atención plena, hacer ejercicio y pasar tiempo con amigos y familiares. Si la ansiedad es grave, es importante buscar ayuda profesional.