Cuando hablamos de amor a cada quien pueden resonarle experiencias muy diferentes, ya que el amor tiene que ver con una infinidad de emociones y situaciones que pueden ser similares o diametralmente opuestas: puede tener que ver con la ternura o la posesión, con el apego o con la pasión, puede ser enamoramiento, erotismo, amistad o atracción sexual; incluso dolor o sufrimiento.
El término de “Adicciones comportamentales” es relativamente nuevo, y surge para nombrar un conjunto de conductas que comparten las mismas características que la adicción a sustancias, pero no implican consumos problemáticos, sino hábitos descontrolados.
Para comprender mejor esta adicción al amor, vamos a comenzar por el “mal amor”.
¿Has escuchado a alguien relatar la experiencia de morir con la otra persona pero también sin ella? Son personas que quedan apegadas a una relación que les destruye. Es allí, en esos vínculos, donde podremos ver que esto es muy similar a la adicción por una sustancia.
Es posible ser adictos o adictas a relaciones que ni siquiera comenzaron o personas que vimos una vez o dos, tanto como a parejas que solo hieren. Porque a lo que se genera la adicción es a la ilusión del amor: a lo que podría ser… a un amor que en realidad no existe.
¿Por qué estas relaciones que a distancia podemos ver cuán dañinas son, resultan adictivas para algunas personas?
Se debe a que al igual que las sustancias, a pesar de saber que nos dañan y de ver sus consecuencias negativas, no podemos dejarlas. Quedamos pegados a la primera experiencia placentera que vivimos al comenzar, aunque ya no la sentimos. Se activan aquí las mismas áreas del cerebro que en las adicciones a sustancias.
Estos hábitos que se desarrollan en relaciones que hieren, escapan al control de la persona resultando muy perjudiciales.
Es importante aclarar que pueden incluso ser hábitos que no sean perjudiciales en sí mismos, sino que lo son para la persona puntual, por su relación con este hábito.
3 características de los amores adictivos
Una característica que comparten con otro tipo de adicciones es la obsesión:
Un pensamiento intrusivo aparece sin que sea buscado y se posiciona sin poder ser evitado. Se mete en la cabeza invadiéndolo todo sin dejar a la persona pensar en otra cosa. La relación y la otra persona se convierten en el foco de TODA la atención, como si no existiera otra cosa.
Aquí comienza un miedo irracional a perder a esa persona, y es el principio de la dependencia emocional.
Como consecuencia del miedo y la obsesión, llega la tolerancia: la persona adicta tolera cosas que al principio le parecían imposibles. Se va corriendo el límite (lenta o rápidamente) hasta que lo inadmisible se vuelve moneda corriente en esa relación.
La segunda característica de los amores adictivos es la abstinencia:
Ante la sola idea de la ruptura, la persona entra en pánico y siente angustia.
Es habitual que en este tipo de relaciones haya intentos por abandonar la relación, porque notan que les hace mal, pero ante la sola idea o intento de ruptura el malestar es tal que se acaba claudicando y sosteniendo la relación, con todos los daños que trae.
Una persona adicta al amor llega a hacer cualquier cosa con tal de no dejar la relación: permitir ser denigrada, humillada, soportando todo con tal de no perder el vínculo, perdiendo la dignidad.
La tercera característica que este tipo de adicciones comparten con la adicción a sustancias es el control:
La persona intenta controlar la relación: los movimientos y la vida completa de la otra persona. Lo que intenta controlar es que la persona no se vaya, no abandone la relación. La persona adicta se siente en constante amenaza y se mantiene siempre en estado de alerta.
El problema aquí no es la otra persona. La pareja funciona como una excusa: puede ser esta persona hoy, pero pudo ser otra ayer, y otra mañana.
Lo cierto es que detrás de esta conducta adictiva se esconde una historia que debe ser mirada. Por que hay algo que esa adicción está queriendo decir: hay algo en la historia de quien es adicto o adicta que le lleva a apegarse a esa persona, prefiriendo el dolor de estar en esa relación que sin ella.
Si quieres comprender más sobre la dependencia emocional que se genera en las relaciones adictivas, te recomiendo:
Psicología Al Desnudo capítulo 6: Dependencia emocional.
Psicología Al Desnudo capítulo 7: Claves para trabajar la dependencia emocional.
Psicología Al Desnudo capítulo 38: Causas profundas de la dependencia emocional.
En este artículo encontrarás
El amor adictivo es una relación en la que uno de los miembros está obsesionado con el otro y tiene un miedo irracional a perderlo. Las personas adictas al amor a menudo se sienten inseguras y ansiosas, y pueden tomar medidas extremas para mantener la relación, incluso si no es saludable. Hay muchas razones por las que alguien puede convertirse en adicto al amor, y no hay una cura única. Sin embargo, la terapia puede ser útil, ya que puede ayudar a las personas a comprender la raíz de su adicción y desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables.